viernes, 15 de enero de 2016

Drama "El sì de las niñas"

Este drama requiere de cinco personajes a parte del narrador.
·          Carlos es el sobrino de Don Diego. Contrasta su valor en la batalla y su timidez ante su tío Don Diego. Es un joven apasionado y valiente que se ve obligado a someter su amor al deber filial. Paquita se refiere a él como Don Félix, ya que él así se presentó ante ella cuando se conocieron.
·         Paquita o Francisca no es capaz de demostrar sentimientos por su educación y esto la llevará a arriesgar el amor que siente por Don Carlos.
·         Don Diego, de 59 años de edad y tío de Don Carlos, es el personaje que desencadena la acción porque está comprometido con Doña Paquita, mucho más joven que él. Se le puede considerar el verdadero protagonista de la obra y representante de la razón.
·         Doña Irene, madre de Doña Paquita, representa un personaje que refleja la autoridad de los padres de la época sobre sus hijos, exigiendo a su hija que se case con el adinerado Don Diego a pesar de no conocerlo en persona.
·         Rita es la criada de Doña Irene.
·         Simón es el criado de Don Diego.
·         Calamocha, es el criado de Don Carlos.

NARRADOR: Estimado público la obra que vamos a escenificar pertenece al autor Leandro Fernández de Moratín, obra  Titulada “El sí  de las niñas” trata de Francisca, muchacha de 16 años educada en un convento, está prometida en matrimonio con don Diego de 59 años, por deseo de su madre doña Irene, pero don Diego renuncia al compromiso porque se entera que su sobrino   Carlos, estaba enamorado de Francisca entonces don Diego se hace a un lado y permite el matrimonio de los jóvenes.
Escena XIII Acto 3 : Este es el momento cuando:
Sale  CARLOS del cuarto precipitadamente; coge de un brazo a DOÑA FRANCISCA, se la lleva hacia el fondo del teatro y se pone delante de ella para defenderla
CARLOS.- Eso no... Delante de mí nadie ha de ofenderla.
 FRANCISCA.- ¡Carlos!
 CARLOS.- (A DON DIEGO.) Disimule usted mi atrevimiento... He visto que la insultaban y no me he sabido contener.
DOÑA IRENE.- ¿Qué es lo que me sucede, Dios mío? ¿Quién es usted?... ¿Qué acciones son éstas?... ¡Qué escándalo!
DON DIEGO.- Aquí no hay escándalos... Ése es de quien su hija de usted está enamorada... Separarlos y matarlos viene a ser lo mismo... Carlos... No importa... Abraza a tu mujer. (Se abrazan DON CARLOS y DOÑA FRANCISCA, y después se arrodillan a los pies de DON DIEGO.)
DOÑA IRENE.- ¿Conque su sobrino de usted?...
DON DIEGO.- Sí, señora; mi sobrino, que con sus palmadas, y su música, y su papel me ha dado la noche más terrible que he tenido en mi vida... ¿Qué es esto, hijos míos, qué es esto?
 FRANCISCA.- ¿Conque usted nos perdona y nos hace felices?
 DIEGO.- Sí, prendas de mi alma... Sí. (Los hace levantar con expresión de ternura.)
 IRENE.- ¿Y es posible que usted se determina a hacer un sacrificio?...
 DIEGO.- Yo pude separarlos para siempre y gozar tranquilamente la posesión de esta niña amable, pero  ¡Carlos!... ¡Paquita!
DON CARLOS.- Si nuestro amor (Besándole las manos.) , si nuestro agradecimiento pueden bastar a consolar a usted en tanta pérdida...
DOÑA IRENE.- ¡Conque el bueno de Don Carlos! Vaya que...
 DIEGO.- Él y su hija de usted estaban locos de amor, mientras que usted y las tías fundaban castillos en el aire, y me llenaban la cabeza de ilusiones, que han desaparecido como un sueño... Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión que la juventud padece; éstas son las seguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el sí de las niñas... Por una casualidad he sabido a tiempo el error en que estaba... ¡Ay de aquellos que lo saben tarde!
DOÑA IRENE.- En fin, Dios los haga buenos, y que por muchos años se gocen... Venga usted acá, señor; venga usted, que quiero abrazarle. (Abrazando a DON CARLOS, DOÑA FRANCISCA se arrodilla y besa la mano de su madre.) Hija, Francisquita. ¡Vaya! Buena elección has tenido... Cierto que es un mozo muy galán... Morenillo, pero tiene un mirar de ojos muy hechicero.
 FRANCISCA.- Pero ¿ves qué alegría tan grande?... ¡Y tú, como me quieres tanto!... Siempre, siempre serás mi amiga.
DON DIEGO.- Paquita hermosa (Abraza a DOÑA FRANCISCA.)  recibe los primeros abrazos de tu nuevo padre... No temo ya la soledad terrible que amenazaba a mi vejez... Vosotros (Asiendo de las manos a DOÑA FRANCISCA y  CARLOS.) seréis la delicia de mi corazón; el primer fruto de vuestro amor... sí, hijos, aquél... no hay remedio, aquél es para mí. Y cuando le acaricie en mis brazos, podré decir: a mí me debe su existencia este niño inocente; si sus padres viven, si son felices, yo he sido la causa.
CARLOS.- ¡Bendita sea tanta bondad!





Fernàndez de Moratìn, L. (n.d.). El si de las niñas. Retrieved from http://www.cervantesvirtual.com/obra/el-si-de-las-ninas--0 Licencia CC

2 comentarios:

  1. El sí de las niñas denuncia la autoridad que ejercen los padres
    sobre sus hijas respecto al matrimonio, obligándolas a tomar por marido al mejor partido financiero. Esta obra adelanta la igualdad de la mujer en la sociedad, animando pues, a rectificar las costumbres y tradiciones de su tiempo.

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  2. El sí de las niñas denuncia la autoridad que ejercen los padres
    sobre sus hijas respecto al matrimonio, obligándolas a tomar por marido al mejor partido financiero. Esta obra adelanta la igualdad de la mujer en la sociedad, animando pues, a cambiar las costumbres y tradiciones de su tiempo.

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